Playa

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9 de diciembre de 2010

No hay dinero que pueda comprar...


No hay dinero que pueda comprar, ni ladrón que pueda robar, todo lo que a mí me está costando olvidar, es duro negar tu propia ilusión, sacar sentimientos con razón, de un triste y magullado corazón, luchar en contra de tus latidos, y encerrar todo lo que quieres en el cajón del olvido.
Es una tarea triste y costosa, tener que negar la belleza de una mujer tan hermosa, así es la vida y así es mi rosa, suave, bonita y olorosa, descalzo camine por un camino que parecía sin espinas y pronto me di cuenta que si caminas descalzo el camino te llenará de heridas.
No cambio por nada lo que en un tiempo sentía, esa ilusión por mirarla que era mi diaria energía, ese tiempo en el que lo que soñaba me lo creía.
Era un hombre feliz solo por que se sentase a mi lado y apreciaba esos detalles que solo valoras si estas enamorado, esa parte de mí, ese hombre sigue atrapado, es un poco cobarde porque quiere vivir feliz en el pasado, aún guarda esperanzas de terminar un día su lado…
Esta vida ya es fría, como para no darle al corazón su mayor placer, dejarle latir más fuerte por culpa de una buena mujer, que te hace sentir vivo y te mantiene en la vida a cien, porque al lado de tu princesa, siempre estarás mejor que bien.
Pobre corazón, que no sabe que decir, que quiere hablar de su olvido, pero no sabe mentir, que ve pasar otras mujeres pero no quiere elegir, solo mira al pasado y en él se quiere quedar a vivir.
Mucho he aprendido y más que me queda por aprender, son las lecciones que se aprenden cuando uno comienza a querer. El tiempo se encarga de enfriar los sentimientos, pero para que voy decir que la he olvidado, si sé que miento.
Por eso lo único que me consuela es saber, que con ella quise aprender a querer y que la ilusión que por ella sentía, nunca la olvidaré...

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