Playa

Playa

19 de junio de 2011

Rumbo a...

Despacio en la resaca de una victoria pasada, recuerdo lo sucedido aunque solo sea por madrugadas, ha estado bien, he conseguido un buen botín, pero siento como la tranquilidad esta lejos de ti.

De repente me doy cuenta de que soy el Capitán del barco, y comienzo a ver las consecuencias de soltar el timón en nuestros ratos, no es que me preocupe alejarme de puerto, pero en ultramar me distraen mucho más las sirenas, eso es cierto.

Tengo que abrir bien las velas y adecentar la cubierta, ya que aunque no estoy lejos de mi rumbo, tampoco es la posición perfecta, soy el rey de los mares y he de cuidar mi estatus, soy Arturo cuando saco de la piedra la espada Escálibur.

Y aunque sin viento a favor y con una cercana tormenta, tomo el timón y de nuevo de mi ruta tomo las riendas, oteo el horizonte con clara seguridad en mi mirada, a pesar de que nadie me garantice que la siguiente batalla este ganada.

Busco entre documentos y cartografías el mapa que me muestre el camino, y con natural y negro carboncillo en las cartas de navegación marco mi destino, me esperan tempestades y tormentas, olas de seis pisos y relámpagos que me mantendrán alerta, pero no se puede disfrutar del mar, sin mojarse la jeta.

Y si oigo cantos de rubias y engañosas sirenas, como buen marinero disfruto de su melodía, seguro de que solo por la reina de los mares mi corazón palpitará algún día. Por eso reina espérame desnuda en alguna isla desierta, que por amor te encontraré, aunque tu isla en mi mapa ahora no aparezca.

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