Playa

Playa

11 de enero de 2011

Ven y critícame...

¡Ey tu! Ahora que estoy feliz puedes apuntarme con el dedo, hoy voy a darte en la cara las explicaciones que no te debo, podría batirme contigo en un duelo, pero eres tu quien tristemente se muere en un pueblo, será demasiado cruel dejarte malherido, es como vendarle los ojos a alguien que ya estaba perdido.

Soy feliz como soy aunque te joda, y encuentro en mi vida lo que tu buscas en la droga, quizás no sea tu problema ese vicio, pero igualmente vives amargado lleno de prejuicios.

Hay gente diferente aunque te cueste entenderlo, y un mundo lleno de experiencia aunque por estar ciego no puedas verlo, vives en tu cuadricula de amargura, y solo con uno de los problemas que ya superé tu vida seria una tortura, yo olvidé cosas que tu aun no has aprendido, y disfrute cosas que tu aun no has vivido.

Por eso para mi placer hoy quiero que llores, sabiendo que donde tu ves blanco y negro yo veo colores, llora inútil infeliz, y sigue mintiéndote sobre tu vida hasta que te crezca la nariz, yo en tu vida soy el centro de atención, tu en la mía un simple tropezón, alguien que se cruza en tu camino, pero demasiado débil para anteponerse ante mi destino.

Ven y critícame, demuéstrame lo triste que es tu existencia, intentando desprestigiar a los demás para tapar tu impotencia.

Soy un creído, un gilipoyas y todo lo que quieras soltar por esas boca, pero eres tu quien de amargura casi explota, la realidad es que soy paciente, simplemente buena gente, nunca me meto con nadie, aunque he de reconocer que me encanta descubrir al que se viste de valiente siendo un cobarde.

Me gusta la cruda realidad sin aditivos ni conservantes, real como quien por decir la verdad le llaman majareta, real como las mujeres que no se operaron las tetas, real como las lagrimas de una madre, real como cuando recibe una ostia el valiente de manos del cobarde, real como que lo necesario siempre se aprende tarde.

La hipocresía es un defecto a erradicar, algo de lo que me siento orgulloso de criticar, el deporte que al amargado le gusta practicar, por eso escuece esto que digo, porque gracias a tus mentiras te crees que estas vivo, pero ambos sabemos que si no mintieses se recubriría la infelicidad que te acompaña, serias como una mosca indefensa en una telaraña.

Prefiero observar durante una hora a un animal, antes que tener diez minutos de conversación con un anormal, no soy un hipócrita y digo lo que pienso, eso me ha causado problemas a lo largo del tiempo, pero precisamente el tiempo es mi mayor recompensa, a todos los pone en su sitio y contra eso no hay defensa.

De poder elegir preferiría que quien me critica lo hiciese en mi cara, y quien me adora lo hiciese por la espalda, me encantaría mostrarle toda la mierda que critica pero que celosamente guarda.

Criticar de lejos lo que no conoce, es el error del ignorante, su mierda no le deja ver la felicidad, aunque la tuviese delante.

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