Te hice bella en mi ojos y poderosa en
mi debilidad, fuiste más que un antojo, tanto que ni el tiempo me
hace olvidar, fuiste protagonista de mis sueños, más que mis
propios anhelos, y aunque luchaba por ser mi propio dueño, anduve
como un títere colgado de mis sentimientos.
El tiempo pasó, y la vida nos concedió
un lugar a cada uno, lejos tú de mí y de todo aquello que yo soñaba
que viviríamos juntos, y aunque serás parte de mí y jamás sentiré
aquello como tiempo perdido, hoy se que todo aquel amor nunca fue
tuyo, sino mío...
No hay comentarios:
Publicar un comentario