Playa

Playa

25 de julio de 2011

¡The way!

Fue tomar una decisión y comenzar a olvidar, pero ¿dónde va sin conocer el camino ni lo que se puede encontrar?, y sin dudas abrió las alas y comenzó a volar, cogió su propia corriente y se dejó llevar, hasta que tarde o temprano el viento dejo de soplar, fue entonces cuando a sus piernas les toco caminar.

El verano llego, y la sed se hacía insaciable, aun así mantenía un carácter positivo y amable, todo se hacía cuesta arriba y comenzaban a rodearle calles sin salida, era una de esas épocas por las que la gente se pierde, pero el, que ya había estado perdido, creía saber hacerle frente.

La lucha a veces era dura fuera, pero incomparable con los combates que libraba dentro de sí mismo, el caso es que era un reto diario mantenerse vivo, a veces no se acercaba a lo más querido de su vida porque se hacía daño, incluso se flagelaba demasiado con recuerdos de antaño, la cuestión es que caminaba e incluso lloraba, muchos lo vieron secarse las lágrimas con su propia manga.

Aun así seguía guardando los modales de los hombres con clase, y enamoraba a las mujeres por ser diferente respecto al resto de aves carroñeras y rapaces, guardaba la compostura digna de los retos de altura, pero las piernas flojeaban y tenía sus motivos, esos por los que el resto no dudaría en abandonarlo todo cabizbajos y deprimidos.

Hacía frente a los miedos y fantasmas dignos de las carreras de fondo, mientras mantenía esa esencia que pocos guardan, bien protegida en lo más hondo.

A pesar de todo, y lo más fascinante, es que detrás de su sombra había mil parásitos envidiosos y expectantes, todos adoraban aquel camino pavimentado en oro, digno de aquellos que saben construirse un futuro por si solos, a veces caminaba sin saber si algún día volvería a casa, mientras el resto de envidiosos desde lejos le criticaban en masa.

Es la historia de un ser solitario, la de un héroe criticado, la del guerrero que nunca hubo claudicado, son tropiezos de un ser humano, la envidia de todos los que han fracasado, son mil golpes en la cabeza, pero es un ser lleno de entereza, será la historia por la que la felicidad tenga una definición, simplemente la lucha de un noble corazón.

Quizás algún día te lo cruces y le puedas dar la enhorabuena, quizás algún día fracase, y simplemente tendrás que tenerle pena, o quizás simplemente lo odies en la proyección de tu fracaso, pero nunca podrás reprocharle que no tuvo dos cojones para dar el primer paso.

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