Playa

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26 de diciembre de 2011

Una Joyita...

Es un tesoro, adornado hasta parecer hermoso, por supuesto para mi es tan visible como el árbol de navidad tras sus adornos, como cuando no te atreves a decir que es bonito y sueltas que es mono, son las ventajas de ser un hombre con criterio y diferente, no me cuesta analizar a la escoria que se camufla entre la gente.

Ella pasea de su mano y se atreve a levantar la cabeza, aunque bien sabemos que detrás de esa fachada no hay más que apatía o tristeza. Hablo así pero te prometo que no es mi enemigo, enemigo solo soy yo de los cuernos, para mi solo simplemente son hombres sin clase venidos a menos, está claro que no se puede exigir el mismo nivel, pero tampoco es cuestión de competir para ver quien es el que más bajo puede caer.

Ella sonríe y lo pasa bien con sus amigas, y entiende que le tiene que dar la misma libertad que para ella tiene pedida, con ciertas dudas suelta la correa, y el caniche disfrazado de buldog sale a la calle como si el dueño de ella fuera. En ese mismo instante a mi ya se me ha escapado una sonrisa, aun más con el frío que hace y sabiendo que para marcar solo trae una camisa.

La jugada comienza y con cada copa van muriendo sus pepitos grillos, mientras fijan la mirada en la “piva” del momento, la que los domina a todos como en el señor de los anillos, hablando de anillos, ya van desapareciendo de la conciencia los compromisos, ya sea un amor de años o te vayas comprar dentro de unas semanas con ella un piso, ahora solo domina la hormona, el argumento de la película es ese en el que el repartidor entra queriendo meter la bombona.

Por supuesto todo esto ha de ser suficientemente público como para que todos sus colegas lo sepan, el ha de sentirse orgulloso aunque lo que está haciendo es más bien para agachar la cabeza, se traicionan amistades, amores e historias bastante bonitas, todo por la gracia el cachondeo y ser más homínido que la mona chita.

Todos conocemos cual es el final de la historia, pueden poner la excusa del alcohol pero todavía no se ha demostrado eso de la falta de memoria, al día siguiente el mundo amanece, y por supuesto las mentiras crecen, cuando la conciencia aparece, puede existir un atisbo de arrepentimiento, pero si dijese que es mucho, seguro que miento.

El amor toxico, frío, conformista y cotidiano vuelve a ser el mismo autómata de siempre, la tercera en cuestión ante la frialdad del día después ni siquiera lo entiende, vuelve a decir que los tíos somos unos cabrones y que pase el siguiente, eso si no se entera, de que ha sido en una guerra que creía de dos, la tercera.

Pero lo verdaderamente curioso es como vuelve el “cromañón” a la cueva en busca de su hembra, y finge como si su cariño anoche no hubiese tenido otra dueña, ella si es lista tarde o temprano algo sospecha y con el tiempo y la confirmación la pobre terminará desecha, existe también otra opción, que es cuando el lo hace sin saber que en la pareja lo hacen los dos, y lejos de ser un listo infiel, se convierte en el segundo en la pareja que los cuernos llega a poner.

Puede terminar en un final trágico en el que todo se rompe, puede terminar en el triste final en que ella perdona y comprende, o está la opción de que ella ni se lo huele, sin saber que su amor encarna esa traición que tanto duele.

Todas guardáis estos hombres creyendo poseer un tesoro, como si fuesen parejas de oro, y a mi favor diré que yo vivo feliz pareciendo bisutería, que aunque de lejos parezca barato, mis sentimientos duran una vida.

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