Playa

Playa

22 de diciembre de 2013

Efímero



Te fuiste como algo valioso que se me escapaba entre los dedos, dejando estos suspiros en los que aún te deseo, te fuiste como solo se van las personas especiales, dejándome estas ganas que me dan tanto coraje, te fuiste y aún queriendo no te alcancé, te fuiste y como dice Fito “me equivocaría otra vez”
Te has ido pero no me olvido, de aquella noche sin sentido, de aquella noche que se me ha vuelto imborrable, donde debía acostarme temprano pero al final se nos hizo tarde, no puedo olvidar la primera carcajada, aquella que por tu culpa solté porque estabas sembrada, no puedo olvidar la niña morena que se escondía tras sus gafas, porque le daba vergüenza mirarme a la cara, no puedo olvidar ese arito que lucías tan perfecto, no te puedo olvidar ni a estas horas, ni después de todo ésto.
Y será que a mí también me encanta Carrasco, “que si te vas con tu sonrisa me quedo”, será que aunque no me hagas caso, no puedo negar lo que siento.
Estoy aquí sin saber muy bien lo que hago, queriendo llamarte a voces aún a sabiendas que ya estás en otros brazos, y es que encontré en ti aquello que buscaba, eso que por instantes fue todo y que ahora es menos que nada.
Deseo aceptar la derrota y digerir que esto se acaba, pero se que eso no será posible mientras seas mi último pensamiento antes de irme a la cama, no puedo engañarme ni quiero, por eso a pesar de todo te echo tanto de menos.
Echo de menos las sonrisas y que formases parte de mi mejor momento, echo de menos tus buenos días y tus buenas noches feo, echo de menos que fueses la cúspide en la felicidad de mi vida, te echo de menos a ti pequeña mía.
Queda claro hasta donde llega esto, por eso intento derramar aquí todo lo que siento, en un intento por quedarme vacío, dejo todos mis sentimientos en lo que escribo, deseando que la vida nos cruce dentro de mucho tiempo, y que nos sonriamos sin todo esto que me quema por dentro, que nos podamos mirar a los ojos sin esta distancia absurda que nos separa, porque si algo me duele de verdad, es que se nos escapa hasta una amistad sana.
La vida nos cruzó no solo en dos momentos distintos, parece que nuestros universos ni siquiera eran los mismos, y probablemente fueran mis ganas o algo que en ti encontré, pero por un instante cuando te acurrucaste en mi pecho, sentí que nuestros corazones latían a la vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario