Ven a pasear conmigo a la playa y cuéntame como seremos de
pequeños, cógeme de la mano, y fabrica lo que puedas con los trozos de mis
sueños, aparta este desorden y duérmete en esta paciencia conmigo, no te
preocupes por todos estos muebles, que el hogar siempre vendrá contigo, recuérdame
en tu pecho que era aquello a lo que llamaban paz, y déjame que sintiéndote
junto a mí, me ilusione con la tranquilidad.
Olvídate de las promesas caducas y de los te quieros de
falsos labios, olvídate de un para siempre, pero dame un ratito de ti a diario,
hagámoslo sencillo que me muero por tu complejidad, esto será algo divertido
que hemos de tomarnos con seriedad, sorpréndeme con tus tonterías que conozco
de sobra tu inteligencia, odiémonos en la riqueza y comámonos en la indigencia,
corre que me matan las prisas de hacerte el amor con tranquilidad, te protegeré
con mi fortaleza, si abrazas mi fragilidad.
Seamos estúpidos que ser tan consciente me cansa, construyamos
una cabaña, y finjamos que es nuestra casa, derrochemos esta locura que nos
trae tan cuerdos, y vivamos tanto como para que al final lleguen solos los
recuerdos, recuérdame cuanto te echo de menos, ese día que egoístas nos
odiemos, y acaríciame la cabeza con tus uñas, cuando te folle sin hacerte
sentir única.
Recuérdame como se hacían realidad los sueños, para que no
quede en la nada todo esto, recuérdame quien eres, y te prometo que me
despierto.
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