Es un ser parecido a un niño, que guarda la esencia de un
gigante, como todos viene desde las estrellas y por eso sabe vivir radiante,
pero es hombre, sensible e implicado, y define dicha condición a todas horas, a
diario.
Hoy se vuelve fugaz como lo hacen las estrellas, sin remedio
se ha de apagar como a veces lo hacen ellas, pronto puede volver a brillar,
como una centella, pero el tiempo justo ahora, no sabe de esperas.
Es un pabellón vacío, la sangre que no circula, un corazón
que se apaga, y se ahoga en la impotente amargura, es simplemente una mala época
que se siente, es la aceptación de su innegable presente, el momento justo, en
el que será mariposa y no capullo, justo esa parte de la felicidad que mucho
antes es un momento duro, es conciencia, de una vibración que no compensa.
Son todas esas caricias que aun no encuentran piel, son esos
labios que no son sin su curva, es la dulzura inútil ante la hiel, pretender
disfrutar de un camino donde solo hay curvas. Hoy es un piano lleno de teclas,
que aun no encuentra su melodía, es esa hormiga que explorando deambula sin
estar perdida, es un hombre y es vida, es erguido, como lo es caída, es
cicatriz, como es herida.
Hoy la experiencia no perdona, y la conciencia hace su
trabajo aunque ahora sobra, es cuestión de tiempo, es cuestión de paciencia,
todo esto ya es sabido, aunque poco tiene que ver con ser ciencia.
Es un espacio que se abre para ser ocupado, es aquel asiento
que ayer reservaba para que te sentases a mi lado, es objetivo como que todos
tenemos vida, es subjetivo como cualquier alma incomprendida.
Son sentimientos en su propio instante, que por el simple
cambio no han de ser más importantes, es la complejidad de la conciencia, la
experiencia y el conocimiento, antagonista de la ignorancia por la que tantos
viven contentos, es realidad digerida a estomago abierto, es la necesidad de
convertir en brisa, lo que hoy es viento.
Es la dureza de un diamante a pulir, la condena de reconocer
lo que uno llega a sentir, es todo aquello que piensa el hombre cuando camina,
aquello que con cada paso acepta en la vida.
Es un hombre, su esencia y ese lugar que se queda vacío, emociones
mejores o peores que se han de agradecer por estar vivo, es el pabellón de su
vida donde hoy no baila nadie, es entender que es más importante disfrutar la
melodía, que ser la reina del baile.
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