Perdemos el poder del ahora, mientras nos regalamos al
siempre, nos hacemos soporte de la eternidad, nos adueñamos del sufrimiento de
un futuro inexistente, pagamos a plazos nuestras cadenas y las mantenemos
fuertes con cada necesidad o miedo inventado.
Nos lo venden desde pequeños, el amor es para siempre, aun
lo es más la amistad, nos venden que todos seremos fieles y que nadie te va a fallar,
sientan el respeto a la familia y a nuestros mayores, y condenan al que llega
detrás, a aprender esta misma pantomima y todos sus errores.
Pero todos somos humanos y cometemos errores, los amigos de
toda la vida fallan y desaparecen, el amor de tu vida te traiciona y destroza
todo aquello a lo que le diste importancia, las madres abandonan, los padres se
ausentan, las familias se desmoronan y los valores se pierden.
No hay amigos, ni amores para la eternidad, cada uno sobrevive
a su manera y no como los demás esperamos, solo son personas que por su propio
mérito entran y salen de nuestro camino, todo cambia aunque queramos evitarlo, el
amor se apaga, la carne es débil, las decepciones llegan y la experiencia
siempre esta ahí, nada estará aquí el día que nos vayamos, salvo que todos nos cuidemos
desde aquel momento en el que la vida nos cruza.
Un día la hipocresía, la distancia y el olvido se hacen
latentes, entre amigos, amores, y amantes, los tiempos difíciles ponen a prueba,
y la mayoría, no suele estar a la altura…
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