Te acercas y te sientas a mi lado, hace tiempo que nuestras miradas se cruzaron, y tímida esbozas un sonrisa, yo de reojo la miro y siento como mi corazón palpita, somos más que jóvenes, pero disfrutamos con este juego de niños, sabiendo que detrás de este juego, vendrá todo el cariño.
Siento por mi erizado vello como se acerca tu presencia, y es entonces cuando me envuelve tu esencia, se rozan nuestros brazos de manera tan tímida como tu sonrisa, y es entonces cuando se para el tiempo y se acaban las prisas.
Tenemos la decencia de mirarnos, aunque aun no llegó la valentía de hablarnos, pero la química hace rato que hace su trabajo, y yo no se tú, pero a mi las emociones me dan vueltas de arriba a abajo, no se que decirte, no se por donde empezar, solo se que esta situación me hace disfrutar.
Y aunque hace rato que hablamos en silencio, sale de mi boca la primera palabra que rompe el hielo, como respuesta obtengo tu nombre, junto con dos besos suaves en las mejillas de este hombre, y de nuevo me vuelves a dejar KO, al oler tu perfume cuando tu pelo pasa por mi lado. Comienzas a hablar y confieso que solo me enteré de un poco, porque mientras me hablabas estaba embobado contando todos los colores que tienen tus ojos, espero que no te parezca extraño, porque espero poder hacerlo a diario, eso y contar todas las arruguitas de tus labios, hasta que de tanto contar belleza, termine enamorado.
Y te ríes y agachas la mirada, mientras ante mis palabras terminas sonrojada. Levanto con mi mano tu barbilla y hago que sigas mirándome, porque en tus ojos quiero seguir embobándome, y me das las gracias por esas palabras tan bonitas, y yo te las doy porque eres tú quien las inspira, se produce un silencio de esos que no le da tiempo ni a ser incómodo, porque un beso nos une a los dos en uno solo.
Y comienza un instante donde todos somos felices, donde no importan los malos recuerdos, experiencias o cicatrices, donde dos seres se hacen uno, un lugar donde sentir, y que jamás definirá ningún estudio, lugar donde nuestras manos juegan en un baile de tacto, y el tiempo deja de ser tan exacto, donde tu pelo se vuelve el escondite preferido de mis dedos, mientras recorro cada una de las costuras de tus vaqueros.
Y deseo que ese espacio-tiempo se haga eterno, aunque pecar de esa manera un día me lleve al infierno, porque en un beso coinciden dos almas sentimentales, porque solo allí se crea la naturalidad sin ingredientes artificiales, porque un beso es un placer de dioses, dispuesto al servicio de los mortales.
Y lentamente ya se separan nuestras bocas, con esa cara que se nos queda de idiotas, para miramos fijamente hasta enamorarnos, y llenarme de ti y tú de mí, para terminar por abrazarnos.
No se si esta historia tuvo un final feliz, o si fue el amor más fracasado, pero me encantaría averiguarlo, el día que te sientes a mi lado...
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