Hoy manda mi egoísmo, me cuelgo la armadura y lucho por ti cariño, deja de importarme esta amistad que me sabe a poco, y me abro camino en tu lucha poco a poco, lejos de importarme quien te posee tras la jaula, lucho sin descansar movido por todo lo que quiero entregarte de mi alma.
Y lucho contra tus miedos, y derroto las críticas de la gente, incluso paso por encima de quien te custodia aunque se crea muy valiente, y te saco de ese castillo de sombras, donde tu sonrisa no se valora, donde tu feminidad esta en un segundo plano, y sin pensármelo te cojo de la mano, y te muestro el camino de salida, mientras te haces a la idea de que ahora empieza la mejor versión de tu vida.
Y al llegar al bosque te dejo que te regodees en la feliz idea de que todo se ha acabado, mientras me quito el casco y contemplas el rostro de quien te ha salvado, y me lo agradeces a pesar de la larga espera, aunque nunca te esperaste que fuese yo quien rompiese tus cadenas.
No sabes bien que decir, aunque me lo griten tus ojos, yo sin embargo yo estoy cargado de miedos sin saber si tendrá recompensa mi arrojo, pero me doy cuenta de que esta es mi historia, y en ella puedo elegir entre un final triste y la mejor de las glorias, y sin tiempo que perder en este sueño te dibujo una sonrisa, y me voy despojando de las ultima hojalatas sin prisa, quedo al descubierto ante todo tu encanto, ese que llevo adorando hace tanto, y tú que en mi historia eres la protagonista, libre te cargas de iniciativa mientras te acaricia el pelo la brisa, y me acompañas con decisión, eligiendo el camino donde jamás te tendrán que volver a pedir perdón, donde quien te ama te valora y te cuida, porque sabes que eres una mujer y no una niña que esta perdida.
Y cruzamos un bosque de lápices los dos envueltos en papel, escribiendo esta historia que el sentido me esta haciendo perder, y eliges el prado más bonito de todo mi pensamiento, mientras yo sin pensármelo de lo nuestro voy construyendo los cimientos, tú le das forma a la naturaleza, los animales y las flores, yo me encargo de cuidarte y sanarte los pasados dolores. Cualquiera diría que soy un simple calzonazos a tu servicio, pero ellos de amarte no conocen los beneficios.
Trabajamos por nosotros y nuestra felicidad, hacemos el amor todo lo que podemos y más, nos miramos buscando la mirada del primer día, y creamos nuestro mundo de seguridad, sin que se pueda ver invadida nuestra perfecta fantasía, y como buena historia la dejamos sin final, porque las buenas historias, nunca deberían acabar…
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