Playa

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7 de septiembre de 2011

Lost King

Es la historia de una vida, de aquello que siempre será más profundo que cualquier palabra que escriba, es una infancia feliz, viviendo y soñando en la naturaleza, de esas infancias que se tuercen cuando a temprana edad, de la vida se conoce la peor dureza.

Dureza que te hace huir por falta de recursos y herramientas, pero no huyes en distancia, si no de ti mismo por no aceptar tu afrenta.

En fiestas, risas y bailes, maquillas tu realidad, hasta que llega el día en que tu postulante sonrisa no puede aguantar más, donde tus maneras se han vuelto las de un desconocido fruto de tu frustración, y derramas ríos de lagrimas cuando recuerdas tu niño, ante una imagen o una bonita canción.

Te haces mayor y ya los amigos no bastan, a pesar de que en el camino te seguirán haciendo falta, pero necesitas una compañía diferente, y es ahí cuando te fijas en una mujer entre tanta gente, son idas y venidas, calabazas y conquistas, mientras tu vida sigue siendo esa que lejos de ser natural, se aguanta con lo que dices y pintas.

Pero, no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo soporte, y llega un día en el que quieres volver a tu origen sin que el coste importe, te buscas día tras día en recuerdos y vivencias, vuelves a recuperar toda la perdida empatía y conciencia, vuelves a amar todo lo que te rodea, y agradeces a quien siempre estuvo ahí, que soportase tus maneras.

No empiezas de 0, ni nace un hombre nuevo, simplemente dejas que lo sucedido se lo lleve el tiempo, dejas lo negativo en manos de tu pasado, y emprendes de nuevo el camino sin peso y sosegado.

Vuelves a tu trono dejando atrás una isla, vuelves a erguirte en la roca y recuperas tú lugar en la vida, estás preparado para el resto del camino y orgulloso levantas la cabeza, mientras de reojo miras el agujero donde tantas noches llorabas de tristeza, pero la felicidad acompaña y ya no cabe compasión, no hay mejor recompensa que recuperar en la vida el corazón.

Bien podría ser el argumento del rey león, bien podría ser la segunda parte de perdidos, el caso es que es el sitio donde yo me encuentro conmigo mismo, ese sitio lleno de tristeza, que me llena de emoción solo con que pase por mi cabeza, ese lugar donde los valientes lloran y los cobardes se hacen fuertes, el lugar de donde vengo y que me hace tan diferente, una batalla donde vencí a mi peor enemigo, para después curarle las heridas como quisiese que hiciesen conmigo, donde la batalla que libraba dentro tuvo una victoria y una derrota, pero ambas hacen feliz a este hombre que ahora escribe en prosa.

Por eso si te sientes perdido no vuelvas al pasado, pero recuerda tu origen, y entenderás el valor por el que los números uno se rigen, que no existe perfección, ni formulas para triunfar, solo importa tu manera de actuar, esa que esta por encima del bien y el mal, esa es la que has de valorar, digan lo que digan los demás, y siempre será la fuente del resto de tu felicidad.

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