He conocido el desamor que te roba la inocencia, y por soledad he contado los segundos del tiempo hasta perder la paciencia, he sabido del sabor amargo de la ausencia, también he olvidado mujeres a las que llame princesas, he sabido enamorarme de mi mismo, tanto hasta aprender a ser feliz como un niño.
He conocido su dualidad, la parte que te hace vivir y por la que te puede llegar a matar, el amor te da alas y te enseña a volar, y a la vez te acribillas con las flechas, que un día te pueden derribar, te hace sentir el hombre más lúcido y cuerdo, y ante la soledad te vuelve un loco que solo sabe regodearse en su pasado y en sus recuerdos.
He visto al amor sonreírme en la cara, y también he notado al darme la vuelta su puñalada, lo he visto vestirme con sus mejores y suaves sedas, para no sentir diferencia entre seda y lija cuando quien quieres se aleja.
He llenado mi cama de mujeres, y el amor las ha convertido en soledad, he tenido grandes mujeres a mi lado, y por otro amor no las he sabido apreciar, por amor he construido puentes para cruzar ríos, y el desamor en la otra orilla me ha hecho sentir el tiempo perdido.
Conozco sus dos caras, la dulce y la amarga, conozco la sensación de seguridad, cuando alguien te quiere de verdad, y conozco el miedo en soledad, cuando a quien quieres no se lo puedes confesar. He luchado por un amor imposible, para recoger todos mis sentimientos cuando ni siquiera quisieron oírme, me he sentido el hombre más afortunado, por tener una mujer llena de amor a mi lado, y a la vez me he sentido desperdiciado, cuando guardaba tanto amor y su dueña sin saberlo estaba a mi lado.
Pero si algo tiene el amor, es que mueve cada parte de nuestro corazón, que da sentido a nuestro camino aunque se pelee con la razón, que no importan las derrotas o las victorias, lo que importa es que siga habiendo amor en nuestras historias, que no hay nada que se compare con una mirada cómplice, o cuando tu princesa sin corona te hace sentir su príncipe.
Por eso aunque juegue conmigo, el amor nunca será mi enemigo, y aunque se crea muy listo, estoy seguro de lo que digo, por eso amor, no subestimes lo que aprendo del resto de mi vida, que aunque por ti he sangrado, también he cicatrizado cada una de tus heridas, que cuento mi personalidad por silencios, y mi inteligencia por la sordera a los necios, que cuento mi bondad por cada vez que he tendido la mano, y la amistad por cada uno de mis hermanos, no eres el único camino, aunque seas el combustible, y aunque con cada mujer que pasa te vuelves menos creíble, aun sigo confiando en encontrar la mujer con la que tú, amor, te vuelvas invencible.
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